sábado, 11 de marzo de 2023

Ardalén, Miguelanxo Prado, Editorial Norma, primera edición de noviembre 2012 ( Edición en Español )

 Es muy difícil hacer una reseña sobre un libro publicado por un amigo, amigo que además ha llegado en un momento de mi vida en que la nostalgia por las novelas gráficas argentinas se hace sentir, y mucho.

Mi amiga Carina y yo éramos ávidas consumidoras de historietas gráficas de la Editorial Columba, las famosas El Tony, D'artagnan e Intervalo. Crecimos y nos curtimos, ambas, en aquella desolación de arenas interminables y vientos despeinados del húmedo y zigzagueante Mar de Ajó. Esas maravillosas novelas gráficas de la Columba estarán en mi corazón, y en el corazón de millones de argentinos, por siempre.

Y eso mismo pasará con Ardalén: leí esta novela gráfica unas tres veces, y es una vuelta a la infancia y adolescencia, a los recuerdos, a las vivencias. El autor de esta maravilla, Miguelanxo Prado, es un multipremiado dibujante y novelista español que ha tenido la enorme deferencia de regalarme dos de sus libros: este mismo Ardalén, y otro llamado Presas Fáciles. Ambos primeras ediciones y dedicados.

Ardalén cuenta una historia que son múltiples historias, todas ellas alimentadas de recuerdos que cruzan océanos y se instalan en Galicia y en la inocencia de un anciano, inconsciente de su alborotada memoria, que por desgracia, es ajena. Y entre las páginas de Ardalén juegan certezas frágiles y desfallecientes, la reconstrucción de los pasos de nuestros seres queridos aún cuando ellos hace tiempo han decidido cambiar, o desaparecer en el abismo de los cuentos fantásticos de los lobos marinos de antaño. ¿ Y si la clave está en un reloj... ? Está en un reloj, y su tiempo. Y a ese tiempo que muta y se hamaca, como acompasado por las olas de la enunciación simbólica, resumen los recuerdos denotados y connotados por la exasperante revelación que nuestros recuerdos no son nuestros, sino una construcción colectiva en la que poco o nada logramos controlar.

Mi muy sencillo blog se siente honrado de contar con esta muy pequeña reseña de Ardalén, o ese nombre de un viento que existe y no existe a la misma vez, y que se sueña y estalla en los sentidos y en alma.  Pues sostengo que el tratamiento gráfico de las parábolas temporales, oníricas y lúdicas nos alimentan el alma y el espíritu a manos llenas y nunca jamás son suficientes.

Muchísimas gracias Miguelanxo.  

Datos técnicos: novela gráfica de excelente impresión y encuadernación, 255 páginas, primera edición de 2012. Y Miguelanxo Prado es el autor de los dibujos y textos.









  

The Invention of Hugo Cabret, Brian Selznick, Scholastic Press - New York, Primera Edición, 2007

 Mucha gente que tiene este libro piensa lo mismo que yo: es un texto ilustrado extraordinario, casi inigualado. Porque tanto las palabras como los dibujos son sublimes y muy por encima del nivel de ilustraciones y caracterizaciones a los que estamos acostumbrados. El libro y su autor, el muy prestigioso escritor y dibujante Brian Selznick, ganaron numerosos premios. Quizás, y a juzgar por los trabajos posteriores de Selznick, The Invention of Hugo Cabret haya sido el Everest de su talento y el máximo de su capacidad y sensibilidad. Que es gigantesca, sin lugar a dudas.


Selznick propone una estructura muy por encima de las novelas clásicas, los libros ilustrados y las ficciones históricas: un magma de deliciosa lectura acompañada por 284 ilustraciones formidables y logradísimas a la vez que nos brinda espacio para la reflexión, calma y serenidad de los textos basados en el amor y el agradecimiento. Además se nota que es un fan del muy poco conocido y considerado Georges Méliés, el gran cineasta francés que revolucionó el horizonte de la industria del cine con nuevas técnicas, efectos especiales y espectaculares secuencias narrativas.
Méliés, bien nos recuerda el autor, tuvo una finísima colección de autómatas que fueron tirados a la basura a su fallecimiento. Y el protagonista de este hermoso libro es precisamente un autómata y un niño, Hugo, que por diferentes circunstancias termina arrumbado en la Terminal de Trenes de París y haciéndose cargo de la mantención de los relojes de la estación, lugar donde también Méliés tuvo una tienda de juguetes.
Claramente el autor toma a Méliés como eje de la historia, rindiéndole tributo y honores: mucho de lo que cuenta de Méliés sucedió realmente, por lo cual me animo a catalogar este libro como ficción y ficción histórica a la vez.

Lejos de hacer una sinopsis del libro los invito a comprarlo y leerlo.
Es extremadamente entretenido, fácil de llevar y para cuando uno quiere acordarse la historia termina. Y quedan ganas de seguir hojeando el libro y seguir hasta el infinito maravillándose con los fantásticos dibujos de Selznick.

También, y porqué no, es una buena idea mirar la película de Scorsese basada en el libro.

Finalmente paso a la ficha técnica:
- Edición de lujo: tapa dura, papel de primerísima calidad, impresión excelente. Total de 533 páginas y 284 ilustraciones.
- La edición contiene los siguientes items: Introducción ( muy lograda por lo breve y además porque Selznick se corre de la titularidad del relato al atribuirlo a un enigmático profesor Alcofrisbas ) , Parte 1 y 2, Agradecimientos y una interesantísima Bibliografía y Datos Informativos.