A Movie ... and a Book, Daniel Wagner, Vintage, 2004

¿Puedo decirlo en voz alta? Este libro es un desastre, de lo peor que leí en los últimos 10 años. Pero de tan desastroso, le tomé cariño. Y el cariño se transformó, con los años, en defensa casi dogmática de este pobre muchacho suizo (snowbordista, según parece) y su librito. Muchacho al que alguna vez le hicieron creer que había escrito algo brillante, y pumba, una casa editorial importante lo publicó y machacó impúdicamente el texto del bueno de Wagner dándonos a entender que ellos también son capaces de publicar cualquier cosa (incluso, lo que no vale la pena) con tal que entre en la onda posmoderna y se considere un atrevimiento cultural. 

Hasta donde yo sé, el libro tuvo una sola edición en inglés. Parece que también tuvo una edición en alemán, pero me es difícil asegurarlo. Creo que la mitad de los ejemplares los compré yo, pues por años estuve regalando este libro a colegas escritores o lectores de fuste. Y por difícil que parezca, todos coincidimos que posiblemente Daniel Wagner haya sido o sea un gran deportista, pero hemos estado prendiendo velas para que ya no escriba ficción. Mi cariño por este libro y Wagner me han evangelizado (y también ha disciplinado positivamente a mis amigos escritores y lectores) y creo que quizás Wagner puede haber sido o ser un buen cronista de deportes, o quizás de otras cosas menos incordiosas y de distintos menesteres. Pero que por favor abandone la ficción. Porque de lo contrario la ficción nos abandonará a nosotros. 

La literatura posmoderna, a veces, me tiene podrida. Ya no soporto las novelas posmodernas que no tienen pie ni cabeza, ni línea argumental, ni empatía, ni entropía, ni sentido, ni argumento. Más de un vivo (y viva) anda por el mundo re juntando frases, haciendo una mezcolanza de toda la porquería que le quedó dando vueltas durante un par de años, y patapufete, publican un mamarracho tipo enchastre con gusto de fondo de olla, un bodrio auto denominado novela posmoderna. 

Bueno, me imagino que querrán que les diga algo del argumento del librito. Mister Wagner ensambló una pareja en una isla, un escritor con dudas existenciales (¿él?), un hermano de él o del escritor que no sabemos qué pito toca y un supuesto guión de cine que alguien escribe aunque el propósito es nulo, la nada misma. Todo mal unido en dos partes (ninguna pega ni con cola), con malos diálogos, con mal uso del lenguaje, con una falta total y absoluta de técnica, de corrección, de talento y de trabajo en el estilo y la semántica. Mamma mia, andiamo via.

Para finalizar, una consideración final. El libro (cuyo título es el el colmo del absurdo) es cortísimo, ridículo y falto de ritmo. Es un texto ideal para la peluquería y los contra turnos del médico. Y otra cosa genial es que no hace falta que ustedes le pongan un señalador, ya que todo el libro es lo mismo y no se van a perder nada.

Después no digan que no les avisé. 






 


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