En este muy escueto y sencillo artículo me limitaré a dar unas pocas pinceladas sobre qué es un epílogo y qué es un epígrafe. Mi motivación no es hacer una nota argumentativa sobre ellos, simplemente deseo dar una muy breve explicación sobre ambos.
Los epílogos suelen ubicarse hacia el final del libro. Algunos autores utilizan el epílogo a modo de resumen del contenido del libro; otros lo usan para emitir un mensaje final; a veces se usa para terminar de redondear una idea; y otras veces suele ser la conclusión de lo expuesto. En libros de no ficción, a veces el epílogo cumple la función de contar qué pasa con los personajes una vez terminada la obra; y otras veces, se usa para terminar de delinear un concepto o línea argumentativa que atraviesa el libro.
Los epígrafes son citas textuales de otros autores que a veces encabezan un libro o capítulo (o capítulos) y que suelen contener la idea principal o la palabra clave del escrito que anteceden. A veces, estas citas textuales nos brindan una sentencia o aviso; y otras veces, son una advertencia y calce moral.
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