jueves, 2 de enero de 2025

El Eternauta, Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, Editorial Planeta, tercera impresión en 2024 de la edición definitiva de 2022

Trataré de no ser redundante con respecto a una reseña de El Eternauta ya que se ha escrito a montones, se ha investigado y polemizado mucho sobre ella, y no es mi intención hace un resumen o análisis literario o artístico de la misma sin caer en lugares comunes ni en redundancias repetidas hasta el hartazgo. Su importancia histórica, sin embargo, es mayúscula, pues fue la primer novela gráfica en idioma español, y la temática y contexto del surgimiento de la misma anticiparía por algunos años los horrores tácitos y maquiavélicos que Argentina y los argentinos deberían atravesar.

En sus orígenes, El Eternauta se publicó en la revista Hora Cero Semanal desde 1957 a 1959. Luego Oesterheld y Solano López emprenderían distintos caminos artísticos y culturales, y ambos deberán enfrentar todo tipo de contratiempos judiciales deribados de malas decisiones en las ventas de derechos y estafas encubiertas. A todo ello se sumaría la desaparición forzada de Oesterheld, la venta fraudulenta de licencias y juicios cruzados, que aplazarían una y otra vez una edición definitiva, mejorada y fiel a ese primer Eternauta. 

Hago incapié sobre el primer Eternauta (que es el que aparece en este libro, con aquellos 106 capítulos de la revista Hora Cero Semanal) porque en realidad hay otras versiones editadas en otras empresas, algunas de ellas guionadas por el mismo Oesterheld, Alberto Ongaro, Pablo Maiztegui, Pablo Muñoz, Juan Sasturain y Ricardo Barreiro; y con distintos dibujantes como Alberto Breccia, Walter Taborda, Gabriela Rearte y Mario Morhain.  

La edición que les presento aquí fue editada por Editorial Planeta en 2022, aunque mi libro es la tercer reedición de 2024. En este volumen vienen las 106 entregas originales que aparecieron en la revista Hora Cero Semanal, y se leen dos prólogos: uno de Juan Saturain y el otro de Guillermo Saccomanno. En la parte final del libro están las biografías de Oesterheld y Solano López.

La presentación del libro es soberbia: papel de primera calidad, interiores en blanco y negro con efectos en tinta azul, la tapa es maravillosa, y la encuadernación en tapa dura es preciosa. Al ser un libro de grandes dimensiones ( 30 x 21 x 5 cm aprox.) y de peso considerable, en bibliotecas pequeñas abrá que fabricarle un lugar. 

En mi caso particular, este es mi primer acercamiento a la novela gráfica argentina. Mi única experiencia con las historietas argentinas proviene de las revistas de Editorial Columba (El Tony, Dartagnan, Intervalo, etc), de las Aventuras de Patoruzú, y de lo leído en la Anteojito (que era mi revista de cabecera). El acercamiento es cauto y sigiliso, voy leyendo la historieta de a ratos y sin ningún deseo de meterme de lleno en el argumento. 

Sé que llego a El Eternauta a destiempo, pero mejor tarde que nunca.










   



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